Gutiérrez Limones no es precisamente hombre de fidelidades inamovibles en el partido. Tiene fama de todo lo contrario y en varias ocasiones ha cambiado sus apoyos de forma sorpresiva en las batallas internas del partido. Ahora también, de ser su rival ha pasado a ser uno de sus valedores, con derrota de por medio, claro. Y es que desde entonces Susana Díaz ha seguido una carrera imparable que la ha llevado a convertirse, a falta de la ratificación oficial de las primarias (puro formalismo) en la próxima candidata a la Junta de Andalucía.

Cuando Griñán anunció su intención de no repetir como candidato a la Junta de Andalucía, el primer teletipo apoyando a Susana Díaz como sucesora llevaba el nombre de Gutiérrez Limones. Rápidamente hizo unas declaraciones a los periodistas en la puerta del Parlamento en las que afirmaban que Díaz, podría “ocupar sin lugar a dudas el espacio” del jefe del Ejecutivo Andaluz; se deshizo en halagos “Susana Díaz tiene, obviamente, una larga experiencia y una acreditada labor como consejera”; y se mostró sumiso a la nueva jefa del partido: cuando se le preguntó por el congreso en el que se enfrentó a Susana Díaz dijo que en aquel momento creyó que podría “representar un proyecto en la provincia” y que en ese contexto como “adversario” dijo “las cosas” que consideró necesarias pero que una vez finalizado ese proceso “uno se pone a disposición de la dirección”.

En esa disposición, Limones parece dispuesto incluso a ir más allá del deber. En los últimos días ha iniciado por su cuenta una campaña para captar avales que entregar como “ofrenda” a Susana Díaz para las primarias socialistas. Mediante llamadas telefónicas ha contactado con militantes compromisarios para pedirles que apoyen a la consejera de Presidencia. Muchos de ellos no tenían en sus teléfonos móviles registrado el móvil del alcalde puesto que era la primera llamada de él que habían recibido nunca.

En el cambio de actitud de Limones resulta fundamental la situación provocada por la marcha de Laura Ballesteros del grupo socialista en el Ayuntamiento. A Susana Díaz no le ha gustado la gestión de la crisis que ha hecho el alcalde, que no se reunió en ningún momento con Ballesteros, a pesar de que anunció su salida del partido con bastante tiempo. Susana Díaz esperaba que Gutiérrez Limones solucionara la situación y evitara perder la mayoría absoluta en una de las pocas localidades de más de 50.000 habitantes que le quedan al PSOE en España. Cuando comprobó que el asunto se le iba de las manos al alcalde de Alcalá y que no había hecho nada por evitarlo, acudió en persona a horas intempestivas  al domicilio de Laura Ballesteros para intentar convencerla de que siguiera en el PSOE. Su intento fue en vano.

Tras ello Susana Díaz reunió a Gutiérrez Limones y varios de sus concejales. La mandataria socialista realizó duros reproches al alcalde en presencia de sus ediles y algunos de ellos también se sumaron a las críticas (una situación prácticamente inédita para Limones, acostumbrado a  la obediencia absoluta de los suyos). Susana Díaz, dio en esa reunión una orden clara: menos Senado y más atención a los asuntos de Alcalá. Ya había apuntado por ahí el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos en el encuentro con militantes convocado en la sede del PSOE después de la salida del PSOE de Laura Ballesteros y que se planteó en una especie de homenaje al alcalde en momentos duros para él. También estuvo presente en ese encuentro Susana Díaz que intentaba dar así imagen de unidad en el partido. A los periodistas no se les permitió asistir a todo el acto y fueron despachados con unas declaraciones al principio. Pero algunos asistentes narran que Villalobos dejó caer varias alusiones a la falta de atención a los problemas del alcalde.

Dicho y hecho, el alcalde ha comenzado a prodigarse en reuniones con colectivos sociales a anunciar de nuevo planes ya anunciados: Plan de Desarrollo Sostenible, Plan de Transparencia y Gobernanza…. Incluso resucitó de nuevo el PGOU. Muchas fotos de reuniones en su despacho y alguna inauguración sacada de la manga como la del Centro de Emergencias, dos años después de construirse y con la que además ofreció a Susana Díaz la oportunidad de lucirse en los días previos a la votación de las primarias.  

El liderazgo de Gutiérrez Limones es cuestionado por primera vez en 18 años. Por primera vez se plantea la posibilidad de que no sea el candidato a la alcaldía. Así lo reclama una corriente interna en el partido a nivel local y a escala provincial también cuenta con un buen número de detractores. Sin ir más lejos, la antigua número dos del gobierno local y uno de los rostros visibles de la corriente alternativa a Limones figura en la Ejecutiva provincial a designación de Susana Díaz. El alcalde de Alcalá sabe bien que el ascenso de Susana Díaz es imparable y que cualquier decisión sobre su futuro político pasa por su visto bueno. Así que no pierde oportunidad de mostrarse como “susanista” convencido, en un nuevo giro de su estrategia política, que en esta ocasión no pugna por ascender en relevancia en el partido, sino por mantenerse en su puesto actual.