Nada que hacer. Ni la anunciada reunión que el alcalde mantuvo con la consejera de Fomento de la Junta, ni lo avanzado de la obra, ni el beneficio que supondría para la movilidad del área metropolitana han servido como argumentos a la administración autonómica para destinar partidas en los presupuestos de 2013 para finalizar el tranvía de Alcalá que debe conectar la localidad con la Línea 1 de Metro a la altura de la Universidad Pablo de Olavide.

La tónica general de los presupuestos es el recorte de inversiones, pero esta tendencia es aún más acusada en la provincia de Sevilla y llega a su extremo en el área metropolitana de la capital y en la capital. Para el transporte, uno de los grandes problemas de esta aglomeración urbana no hay dinero. Nada para la red de Metro en la capital y nada para los tranvías de Alcalá, Dos Hermanas y el Aljarafe. Tan solo se contemplan 43,3 millones de euros para los gastos de explotación de la Línea 1 que tienen como finalidad abaratar el billete de este transporte.

El alcalde no quiso cerrar las puertas totalmente a la posibilidad de que haya fondos para acabar la obra del tranvía y mostró su confianza en que durante el trámite parlamentario que han de seguir las cuentas autonómicas se fijarán partidas con este objetivo. Incluso reconoció que dejarlo como está elevará el coste de la obra por el deterioro de la misma. Un deterioro que ya es visible. Han robado parte de los parterres que simulan césped entre las vías y están destrozadas estaciones como la que está tras la barriada de la Venta de la Liebre.

Gutiérrez Limones intentó aportar más argumentos para lograr que la Junta se decida a acabar la obra y afirmó por ejemplo que  “es la única obra de movilidad que puede acabar el gobierno andaluz en esta legislatura", que se trata de una obra que “crea empleo directo” o que da cobertura de movilidad a 75.000 personas de Alcalá y a 50.000 trabajadores de los parques industriales, además de conectar con la Pablo de Olavide y “ser indispensable para el desarrollo de Alcalá”. Recordó también que se trata de una obra ya comenzada y ejecutada y que no necesita de un nuevo proceso de adjudicación. Desde luego, parece que la obra del tranvía es la inauguración que más fácil puede tener la Junta para los próximos años.

Pero ni aún así. Tampoco le ha valido a esta infraestructura cumplir plenamente los dos requisitos que la Junta ha establecido para mantener inversiones: acabar obras que están ejecutadas al 70 por ciento o más y que sean una inversión productiva, y generadora de riqueza y empleo.

Resulta inevitable pensar en la coincidencia de que dos de los alcaldes que apoyaron al sector crítico en el último congreso provincial del PSOE, como son el de Alcalá y el de Dos Hermanas, han quedado fuera del reparto presupuestario en materia de infraestructuras de transporte a pesar de los avanzado de las obras. La actual presidenta del partido en Sevilla, Susana Díaz, que derrotó a Gutiérrez Limones en las votaciones, contó entonces y lo sigue haciendo ahora con el apoyo del presidente Griñán y de una gran influencia en el partido.

Por su parte, el PP de Alcalá ha lamentado la falta de presupuesto para el tranvía de Alcalá y recuerda el anuncio del alcalde de que mantendría una reunión con la consejera de Fomento de la Junta para tratar el tema antes de la publicación de los presupuestos. Un encuentro que a luz de la falta de inversiones previstas para el tranvía los populares califican de "fracaso absoluto, si es que se ha mantenido siquiera". Para el PP esto constata "la falta de respaldo de los ´suyos´ en los presupuestos ahora publicados".

La portavoz del PP, María del Carmen Rodríguez Hornillo, recordó al alcalde, "su obligación de exigir inversiones a la Junta, al igual que lo hace al gobierno central".