Pablo VI subió ayer de categoría, pasó de barrio a templo. Su plaza 1º de Mayo se hizo iglesia para la bendición de la nueva titular de la Hermandad del Soberano Poder, la Virgen de la Caridad. Desde por la mañana se respiraba ambiente de día grande en las calles que parecían volcarse hacía un punto y dirigir a sus vecinos hacia un lugar concreto: La iglesia de San Mateo. Allí esperaba la Virgen de la Caridad el primer saludo de su gente. Cuando por la puerta salió el paso camino del altar de la bendición, ya llevaba Caridad encima, muchas oraciones, muchos “guapa” a media voz, algunas lágrimas y muchos “encargos” de sus vecinos que saben que desde ayer ha abierto oficina en el barrio una abogada especialista en los casos difíciles y en los asuntos del alma.
En la plaza quedó entronizada, en un altar con bóveda de cielo y paño de encaje de mantillas blancas. Y en las calles fue recibida con protocolo de reina. Balcones engalanados, gentes endomingadas, pétalos desde los balcones, “guapas” en la gargantas… Calles abarrotadas, con sus nombres poniendo letanías de azulejos al paso de la Virgen.
Allí no estaba solo el barrio. Alcalá subió a Pablo VI con la ilusión de un día grande y con una carta de agradecimiento a quienes han hecho posible una hermandad que es orgullo de toda la ciudad. Y en medio, Caridad, majestuosa. Bellísima la imagen, plena de personalidad, inconfundible su rostro en el aire de mujer de Judea que Juan Manuel Miñarro le ha dado a la imagen. Precioso el palio y el simbolismo: el paso, de la Virgen de la Oliva; la saya, de la Virgen del Socorro, la ropa interior regalada por la Amargura.
Y cuando la Virgen se iba, aún dejaba un prodigio. La estampa del manto de la Coronación de la Virgen Macarena, nunca vista fuera de Sevilla, pone otro renglón histórico en la jornada del sábado.
El recorrido por el barrio fue un paseo de categoría, la presencia de gente no menguó en toda la procesión que se metió en la madrugada mecida por las marchas dedicadas a todas las advocaciones alcalareñas y que interpretó la Asociación Musical Nuestra Señora del Águila.
Cuando entraba el paso terminó el sueño, empezó el recuerdo, se escribió la historia y comenzó un anhelo, el de verla de nuevo en la calle. Aún tardará, no será en un año, ni en dos, ni en tres. La gente del Soberano sabe bien de dos cosas, de paciencia y de compromiso. Pero habrá de nuevo un palio por las calles de Pablo VI, un barrio que ayer firmó el certificado de fin de obra. Ya está acabado el proyecto de Caraballo y el sueño de una generación de alcalareños humildes y trabajadores.
© Guadaíra Información - 41500 Alcalá de Guadaíra (Sevilla) - España
Teléfono: 655 288 588 - Email: info@guadairainformacion.com � Aviso Legal