El contexto espacial y temporal ha sido muy especial, pues en este año se conmemora el octavo centenario de la consagración de Santa Clara, que ha sido declarado por Su Santidad Benedicto XVI, Año Jubilar Clariano.

Sus palabras fueron seguidas con atención por la Comunidad de Hermanas Clarisas, Hermanas de la Caridad, adoradores de Jesús Sacramentado, las Estrellas de la Ilusión de 2010 y 2011 de la Cabalgata de Alcalá, que son adoradoras honoríficas, fieles del Señor, y dos testigos de excepción, la Madre de Dios de los Ángeles, desde el coro de las monjas, y el espíritu de su padre que gozoso estaba asomado al balcón del Cielo para reconocer en sus palabras las enseñanzas de toda una vida.

El exaltador fue presentado por el profesor Francisco Burgos, Diputado del Consejo de Gobierno de la  Antigua Sección Alcalareña de la Archicofradía Sacramental de Adoración Nocturna Española, quien realizó un recorrido por la vida del exaltador, incidiendo en el aspecto religioso y sacramental.

Ramiro, persona de profundas convicciones religiosas, mostró el Corpus de su infancia, cómo su padre fue llenando su corazón de amor a Dios, su paso por los Salesianos, el Corpus antiguo, las Clarisas, su Virgen Madre de Dios de los Ángeles…

Terminó convencido de que si Jesucristo viviera ahora, lo haría en Alcalá, comiendo el pan alcalareño y bebiendo el vino del Aljarafe, hoy convertidos en Cuerpo y Sangre de Cristo.