El acceso a la finca es constante por parte de los amigos de lo ajeno, la verja principal está abierta y por la zona trasera también resulta fácil acceder. Vándalos y ladrones lo hacen a diario, según cuentan vecinos de la zona que narran como de noche se escuchan los ruidos de su presencia en el interior de los destrozos que provocan. Ya han desaparecido elementos valiosos como la fuente que estaba en la entrada y que lucía un hermoso angelito. Esta pieza ilustró una de las imágenes de nuestro concurso de la fotografía misteriosa. Hoy ya no está. Se han llevado elementos metálicos de las puertas y han roto los cristales. La lluvia de estos días entra en el interior de la vivienda libremente y acelerará el deterioro.

La escalinata tiene numerosos desperfectos y los espacios verdes están destrozados. Varias palmeras ya han muerto y la vegetación crece sin control en lo que fue un cuidado jardín.

El edificio fue construido a principios del siglo pasado siguiendo la moda de las clases altas de Sevilla de contar con una residencia en Alcalá para aprovechar su aire saludable y las vistas sobre sus paisajes. En su decoración se emplearon elementos de estética árabe, con otros propios del gusto de los primeros años del siglo XX. Una vistosa escalinata daba presencia a la entrada y en su exterior se crearon jardines y zonas verdes. Abundan en sus salas interiores las yeserías y los azulejos.

Tras años de abandono, la propiedad fue adquirida por un alcalareño que la restauró y de devolvió su esplendor. Hizo de ella su residencia hasta que la vendió a un empresario por entonces muy activo. El nuevo propietario habilitó la propiedad como lugar de celebraciones y creó un restaurante de lujo en una zona del edificio. La inauguración se hizo por todo lo alto, con la presencia de importantes personalidades de la cultura, el espectáculo, el deporte y la economía de Sevilla. Incluso acudieron varios rostros habituales de las revistas del corazón. En sus años de esplendor fue escenario de bodas, presentaciones de eventos, veladas flamencas y actos municipales como la elección de Miss Alcalá en 2007, la clausura del Congreso de Arte Flamenco  o el nombramiento de Alcalareños Distinguidos en 2006. Ese mismo año el Palacete sirvió de inspiración para la portada de la Feria.

Pero la crisis hizo mella en las finanzas de la propiedad. El restaurante se cerró y la propiedad quedó sin uso. Su dueño sigue siendo el mismo, pero de la simple contemplación del Palacete resulta evidente que su situación económica es bien distinta.