La decisión de Ballesteros es firme, pero durante la tarde de este lunes y la mañana del martes aún se suceden los contactos con la dirección del partido que intenta que cambie de opinión. Una de las propuestas que le han formulado es que se marche del grupo socialista, pero que entregue su acta de concejal, de forma que pudiera ser sustituida por otro miembro de la lista del PSOE. Ayer, el presidente del PSOE local y hombre  de la máxima confianza de Limones mantenía una larga reunión con ella.

El abandono de Ballesteros del grupo socialista sería la ruptura definitiva con un grupo interno que cuestiona desde hace tiempo la gestión de Limones. Son en su mayoría militantes jóvenes, aunque hay personas de todas las edades, que reclaman el paso de otras generaciones a puestos más relevantes en el partido y que achacan al alcalde de Alcalá una gestión con tintes autoritarios.

El movimiento de oposición al alcalde surge desde el partido a nivel local y comienza a hacerse evidente desde el principio del actual mandato. El último episodio se produce hace unos días. Dos concejales del PSOE, la propia Laura Ballesteros y José Manuel Rodríguez no comparecieron en un Pleno municipal. Su ausencia dejó al PSOE en minoría frente a la oposición y sólo la ausencia de un concejal del PP permitió al alcalde, haciendo uso de su voto de calidad por primera vez en su trayectoria municipal, sacar varios asuntos adelante. Otros quedaron aplazados al requerir de mayoría absoluta para su aprobación. La Agrupación socialista de Alcalá abrió por este motivo expedientes informativos a ambos concejales en los que se les requería para que aportaran los motivos de su ausencia.

La dirección provincial del PSOE por su parte quiso quedarse ayer al margen de lo que ocurre en Alcalá al manifestar que los expedientes abiertos a ambos concejales son un asunto “estrictamente local”.

Los últimos acontecimientos del PSOE de Sevilla evidencian aún más las discrepancias. Gutiérrez Limones se presenta en el último congreso provincial como candidato a presidir el partido como corriente alternativa a la “oficialista” representada por Susana Díaz. Entre los apoyos de esta última, figura el de Ana Isabel Jiménez, número dos del partido a nivel local en Alcalá. Antes fue concejal y jefa de gabinete de Alcaldía.  Tras el triunfo de Susana Díaz, entra a formar parte de la dirección provincial del partido en el puesto número ocho de la ejecutiva y al frente de Secretaría de Políticas de Igualdad y Género. No fue la única que no apoyó a su alcalde en el provincial. Al menos tres de los delegados que acudieron al congreso por Alcalá votaron en contra de Gutiérrez Limones.

Tampoco todos los socialistas alcalareños apoyaron a su alcalde en el congreso local. Gutiérrez Limones no podía presentarse a secretario general, al agotar el límite de mandatos establecidos. Se presenta entonces al puesto, Rafael Chacón, persona de la total confianza de Limones. Sale elegido, pero por primera vez en mucho tiempo se escuchan voces discrepantes en un congreso local.

La situación generada en el último Pleno municipal es sólo una muestra de lo que puede ocurrir de confirmarse, la salida del grupo socialista de Laura Ballesteros. Un pacto de los doce concejales de la oposición, más Ballesteros, ganaría las votaciones que se planteen y complicaría a los socialistas la gobernabilidad del Ayuntamiento. Sería una situación prácticamente inédita en Alcalá. Salvo en el primer Ayuntamiento democrático y en un periodo de un año en el primer mandato de Limones, el PSOE siempre ha tenido mayoría absoluta en Alcalá, si bien en su primer mandato tuvo que pactar con los concejales del PA.

Laura Ballesteros ha sido concejal del PSOE inició su carrera política hace diez años. Entró muy joven en el gobierno de Alcalá como uno de los nuevos valores del PSOE local. Tras las elecciones de 2007, el alcalde le entrega cargos de gran relevancia. Era la cuarta en las listas y pasó a ser la portavoz municipal entre otras delegaciones. Pero en las siguientes elecciones pasó al puesto número 11 y Gutiérrez Limones le fue restando peso en el gobierno local. En este mandato la ha puesto al frente de una delegación menor, Patrimonio, y ha pasado a no estar liberada.

La situación que deja en el Ayuntamiento es complicada e inédita porque introduce un factor de inestabilidad que no se había producido nunca en los mandatos de Gutiérrez Limones. Queda además la incógnita de la postura que tomará José Manuel Rodríguez, delegado de Turismo y Medio Ambiente y adscrito también a la corriente crítica.