La mesa de negociación con los representantes de los trabajadores para tratar las nuevas medidas laborales ha quedado constituida hoy y las reuniones comenzarán la próxima semana. Pero los trabajadores ya han planteado su oposición a los planteamientos municipales. En concreto rechazan la fórmula de aplicación de la ampliación de la jornada laboral mediante la creación de una “bolsa de horas” para diversos puestos y la reducción de las prestaciones sociales de las que ahora son beneficiarios.

La ampliación de la jornada laboral de las 35 horas actuales a las 37,5, según ha decretado el Gobierno central para los empleados públicos, supondrá en Alcalá que para los empleados que tienen que realizar servicios fuera del horario normal (bomberos, policía, diversos encargados de mantenimiento o tráfico, entre otros) se creará una bolsa de horas equivalente a la ampliación de jornada. Según denuncian desde la asamblea de los trabajadores municipales, estas horas estará a disposición de los jefes de cada área para aplicarlas a cada trabajador según convenga. En la práctica según los empleados municipales, esto puede dar lugar a situaciones de “arbitrariedad laboral”.

El Ayuntamiento ha anunciado que adoptará una serie de medidas relacionadas con la reorganización de los recursos humanos municipales y que supondrán un ahorro cercano a los 500.000 euros anuales “y una mejora en la organización que redundará en beneficio de los ciudadanos”, afirman.

Esto supone la supresión de prestaciones sociales de las que disfrutan ahora los trabajadores municipales como, la asistencia sanitaria privada o la modificación de las condiciones de los seguros de vida y de invalidez. También se plantea la reducción de diversos complementos, ayudas y premios de los que disfrutaba el personal del Ayuntamiento. El Gobierno local anuncia que mantendrá únicamente las ayudas sociales relacionadas con la salud y la educación para aquellos empleados que tengan retribuciones más bajas.

Para los representantes de los trabajadores que ayer se manifestaron  la reorganización que formula el Ayuntamiento busca “quitar ayudas sociales y hacer depender a la gente del poder político”. Pero además consideran que están pagando los “excesos y la mala gestión del Ayuntamiento que le han llevado a acumular una gigantesca deuda”.  Según el representante de CCOO en el Ayuntamiento, José Luis García, “no estamos dispuestos a que con nuestro esfuerzo se paguen gastos de protocolo, empresas públicas, asesores políticos o más concejales liberados”.

Además advierten desde este sindicato advierten de una situación que consideran “muy grave”. Se trata de los retrasos en los pagos a los trabajadores municipales de complementos específicos o ayudas sociales para formación. Algunos de ellos se debieron abonar en el mes de julio.

Los trabajadores municipales han indicado que continuarán con sus movilizaciones, los viernes. Si bien la próxima será el miércoles, para evitar el puente del día 1 de noviembre, según pidió ayer un grupo de empleados durante la manifestación. La movilización de ayer terminó con un corte de tráfico en el cruce de calle próximo al Ayuntamiento, pero José Luis García de CCOO, advirtió al Gobierno municipal que “de aquí a las elecciones van a vivir de sobresalto en sobresalto y ya no tienen el colchón de votos que tenían antes”.

Por su parte, el grupo municipal del PP, en la oposición, se mostró ayer partidario de realizar ajustes en el gasto público, pero considera que existen otras partidas en las que recortar antes que en las de carácter social. Según afirman los populares, el Plan de Ajuste presentado por el Ayuntamiento ante el Ministerio de Economía “contempla medidas de recorte del gasto público que no atentan contra los derechos de los trabajadores, y sin embargo el Alcalde no las quiere aplicar”.