“Yo no he dado un cheque en blanco, me quedo porque en las conversaciones de estos días se han comprometido a que van a cambiar muchas cosas”, afirma la concejal de Patrimonio. Pone incluso un límite temporal para que se produzcan los primeros cambios. Habrán de verse de aquí a aproximadamente dos meses, si bien es consciente de que hay medidas que requieren más tiempo.

Ballesteros explica que desde hace tiempo manifiesta su disconformidad con el funcionamiento de muchas cosas tanto en el partido como en el Ayuntamiento. Pero hasta ahora no la habían tomado en serio. Ya había manifestado la posibilidad de abandonar la formación si todo seguía igual, pero “no lo creían”.

Una vez presentada la baja, la actitud de la dirección del partido cambió de forma importante. En las reuniones mantenidas lunes y martes, con Rafael Chacón, como principal mediador y representante del PSOE local, la dirección de la Agrupación ha adquirido con Ballesteros el compromiso de iniciar conversaciones entre el grupo de críticos con la situación actual y el resto de la formación para llegar a nuevos planteamientos. “Me han pedido una tregua y que nos sentáramos a hablar, me ofrecen la oportunidad de cambiar las cosas desde dentro, tanto en el Ayuntamiento como en el partido”, afirma Ballesteros.

La concejal es consciente de la implicación que tenía su decisión. En primer lugar dejaba al gobierno local sin mayoría en el Ayuntamiento. Pero además según ella misma “suponía romper el partido en Alcalá, algo que desde luego no me gusta”, manifiesta.

Entre las cuestiones a cambiar que cita Laura Ballesteros, figura la falta de información que padecen miembros del gobierno. Se han dado casos en los que lo concejales no tenían los datos sobre puntos a votar en el Pleno, explica. A partir de ahora afirma que los puntos que se lleven a Pleno deberán ser fruto del acuerdo de todo el grupo y “para ello habrá que hacer un trabajo previo”. También cree necesario aumentar el diálogo en todos los ámbitos entre los responsables municipales y entre la dirección del partido. Y en paralelo aumentar el contacto con el ciudadano, con el que cree que su formación ha perdido muchos vínculos en los últimos tiempos. Cambios que, según manifiesta afectan a la ideología y a las personas. Pero advierte, “en las conversaciones de estos días he puesto sobre la mesa temas innegociables, que hay que cambiar”.

Ballesteros es consciente de la repercusión que tiene todo este asunto a nivel personal. Sabe que estos días circulan comentarios que justifican su marcha atrás al ofrecimiento por parte del partido de beneficios económicos o laborales. En este sentido aclara que actualmente no está liberada por el Ayuntamiento, es profesora interina en un centro público a unos cien kilómetros de Alcalá, trabaja haciendo las sustituciones que le asigna la administración y que esta situación no va a cambiar. “Con esto no obtengo ningún beneficio personal”, afirma.