Según el gobierno municipal la Medalla de la Ciudad, "quiere reconocer la intensa, aunque callada laboral social que las hermanas realizan en apoyo a los distintos sectores más necesitados de la ciudad". Los grupos políticos de la oposición han conocido la propuesta esta mañana y el gobierno local les ha solicitado su adhesión a la misma.

El reconocimiento tiene en cuenta la presencia ininterrumpida en Alcalá de la orden de Santa Clara desde la fundación del convento de la calle Nuestra Señora del Águila en 1597. Su fundación se realiza a propuesta de la noble alcalareña doña Juana Gallego de Ledesma, viuda de don Alonso Martínez Vaca, con licencia del Cardenal Arzobispo don Rodrigo de Castro y del Padre Provincial de la orden de San Francisco, fray Bernardino Méndez. El Ayuntamiento contribuyó entonces a su fundación con dos mil ducados. El convento que era al principio un conjunto de casas fue creciendo con las aportaciones de patronos y bienhechores hasta que en la segunda mitad del siglo XVIII se convierte en uno de los más importantes de la orden en la provincia. Tristemente, el convento fue incendiado en la noche del 18 de julio de 1936, junto con todas las iglesias de Alcalá y se perdió todo su patrimonio artístico y su archivo documental. Las monjas se refugiaron entonces en el Convento de Santa Clara de Sevilla. Pero regresaron el 15 de octubre de 1941 a un edificio arrasado y con la tarea de comenzar una difícil reedificación.

El convento es hoy una de las referencias históricas y sociológicas de Alcalá, en buena parte por sus labores de repostería, que cuentan con fama en toda España y por su implicación en la vida religiosa de la localidad. Su iglesia es parada obligada para las hermandades y destaca su especial vinculación con la del Perdón, cuya titular la Virgen de las Angustias está durante estos días en el el convento para celebrar el 25 Aniversario de la Bendición de la imagen. Además es sede de la Asociación de Adoradores Nocturnos. 

A lo largo de este año ha celebrado diversos actos para conmemorar el Año Jubiliar Clariano que se cerró el pasado domingo 23 de septiembre con una Misa Solemne presidida por el Cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. Además ha acogido la celebración de la Fiesta Diocesana de las Espigas, que no tenía lugar en Alcalá desde 1904.

Las Hermanas Pobres de Santa Clara (Clarisas) constituyen la segunda Orden Franciscana, también conocida por el ‘franciscanismo femenino’. Son monjas de vida contemplativa, y por tanto hacen régimen de clausura. Su principal misión es la oración. Se ganan la vida de forma muy variada, según la tradición de cada convento, realizando labores de encuadernación, bordado o repostería, entre otras.

En 1233 llegaron por primera vez a España, concretamente a Barcelona, en una modesta embarcación, dos jóvenes religiosas con el encargo de la Madre Clara de implantar aquí la vida de oración y retiro que se observaba en su monasterio de Italia. En poco tiempo las casas de esta orden florecieron por toda España. A la muerte de Clara, en 1253, ya existían cincuenta conventos de Clarisas en el mundo. Hoy son la Orden contemplativa con presencia más extendida.