Opinión - 24/09/2013
"Amortizar y desamortizarse". Juan Alcaide
Autor:
Juan Alcaide Rubio

Consumido por las deudas, sediento por el estiaje del otrora despilfarrador caudal subvencionador  y descompuesto por una diarrea intestinal, el grupo municipal que nos gobierna no encuentra remedio a su agonía y malvive chupando del mismo bote de siempre; ese bote en el que se vierte el jugo que sale de exprimir a sus ciudadanos hasta la extenuación.

Si se levanta la polvareda, se espera un poquito a que se disipe y a mirar para otro lado. Si se desata la polémica por el carísimo IBI con el que nos machacan semestralmente, a despistar con otro cuento —sin soltar la rama de la que viven colgados— y a rebuscar en el mismo cubo. Y si de ese sucio recipiente sacan una porquería tan basta como la tasa de la basura que nos han intentado colar cobrando por epígrafes del IAE, haciendo saltar hasta la alarma de la ilegalidad, se tira de la cadena y aquí no ha pasado nada.  

Buscan la forma de inflar la exigua liquidez, pero siempre aferrados y enrocados en el mismo exprimidor, y siempre exprimiendo a los mismos desgraciados. Atrofiados después de tanto acomodo, los socialistas del grupo que nos gobierna son incapaces de encontrar alternativas  y ya no distinguen entre vergüenza y descaro.

Ahora arremeten contra unos cuantos miles de deudores: “¡Muchachos, a embargar! Que para eso tenemos la potestad”. Y mientras su deuda no mengua y sus propiedades se deprecian cada día, envejecidas y abandonadas, se relamen dictando embargos con un pulso más firme que el mástil del Santísima Trinidad.

Señoras y señores del grupo municipal que nos gobierna, sean atrevidos y animen a su veterano líder a dar un pasito más en su osadía. Convénzanlo para que, con el mismo donaire y desparpajo con el que baila por sevillanas, se eche “pa lante” y supere el asco que le produce su feudo. Para que, con el mismo arrojo con el que luce su gracia chistosa en el Senado, se atreva a volver la mirada a Alcalá y se decida a tomar auténticas medidas rompedoras que alivien la emergencia de su ayuntamiento y, de paso, le ayuden a conseguir su anhelada relevancia.

Le bastaría con usar un verbo del derecho y del revés: amortizar y desamortizarse. ¿Quién sabe si no llegaría a ser trending topic en twitter, aunque sólo fuera por lo inusual de esa doble acción?

Se lo explico Señoría:

Amortizar sería, en su caso, suprimir todos los empleos y plazas vacantes que se han demostrado innecesarios en la institución pública que preside. Así de simple.

Y desamortizarse, así, con el reflexivo, le permitiría recuperar el color de sus manos muertas y liberarse de la pesada carga que lastra su vuelo por otras regiones libremente. Y ya, sacándose a subasta a sí mismo, podría desamortizar todo aquello que se le cae de los brazos a su grupo de gobierno sin necesidad de un Madoz ni un Mendizábal. ¡Qué distinta sería la situación de una Casa Ybarra, de una Villa Esperanza, del coloso encorsetado frente al Derribo y hasta de un Riberas del Guadaíra, si estuvieran en alcalareñas manos privadas!

Pero, mientras esperamos esa medida distinta que nos devuelva un poquito de fe, seguiremos sufriendo mansamente otras pestes llegadas del mismo estercolero.

¡Y temed, estoicos y cívicos ciudadanos! Porque, cuando parezca que hayan colmado nuestra capacidad de asombro, volverán a sorprendernos con otro invento que conseguirá, una vez más, descolgar nuestras mandíbulas hasta tocar el suelo con la barba.  

© Guadaíra Información - 41500 Alcalá de Guadaíra (Sevilla) - España
Teléfono: 655 288 588 - Email: info@guadairainformacion.com � Aviso Legal